La ganadora del festival de Cannes es, como mínimo, una propuesta novedosa e interesante. A partir de una novela de un profesor de instituto: François Bégaudeau, que relata un año escolar. El propio François se interpreta a sí mismo en la película y el grupo de alumnos tampoco son actores profesionales. Se buscaron en un instituto similar al que describe el libro, desarrollando unos talleres de improvisación voluntarios durante un años, del cuál surgieron la mayoría de los protagonistas del film. Salvo el caso de Souleymane, el resto de personajes podría decirse que se interpretan a sí mismos.
El título original, Entre les murs, refleja mucho mejor el ambiente que recrea la película. Casi todas las secuencias pasan en una clase, pequeña, estrecha y de sensación claustrofóbica. Una sensación que se enfatiza con el sistema de rodaje, con tres cámaras al hombro que se centraban en el profesor, el alumno que aparece en ese momento y la tercera, para lo improvisto y el ambiente de la clase. Esto hace que abunden las imagenes en plano corto, enfatizando la sensación claustrofóbica.
La película, más que una crítica, es una reflexión sobre el sistema escolar francés. Muestra de una forma realista (casi documental) un año en la vida de unos escolares de un distrito lleno de inmingrantes. Dejando al espectador que piense si realmente está bien montado el sistema educativo y si consigue que aprendan algo los alumnos de barrios precarios. En una edad en la que estan más pendientes del sexo, el fútbol o de divertirse. Como en la vida real, se nos muestra a alumnos inteligentes, pasotas, conflictivos etc... Lo que da que pensar que si el alumno tiene ganas de estudiar aprenderá y si no se quedará igual que al inicio del curso, sin importar en absoluto los intentos del sistema educativo del instituto público por cambiar a la persona. Incluso se nos muestra la reflexión de una madre que desea llevar a su hijo a una escuela privada porque sabe que aprenderá mejor.
Por desgracia, para los que no sabemos francés, en la traducción (no sólo en el doblaje) una serie de escenas en las que hay confusiones en la conjugación de verbos y frases hechas. Incluso uno de los momentos importantes del film, en el que el profesor califica a unas alumnas de un modo que puede confundirse con un insulto.
A pesar de esas cuatro pinceladas, realmente es una película que se puede extrapolar al sistema educativo de cualquier país europeo. Y reflexionar si los gobiernos están realmente interesados en formar a los jóvenes o en seguir apoltronados en sus sillas.
Lluís Alba
dijous, 22 de gener del 2009
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2 comentaris:
gracias por tus visita
Me ha gustao muxo tu comentario sobre la peli, espero verla este find.
Gracias ;)
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