dijous, 30 de setembre del 2010

Astro boy

Producción estadounidense que adapta el personaje más icónico de la historia del manga y anime. No en vano, su creador, Osamu Tezuka es considerado padre del cómic japonés. La relación entre el personaje y los EEUU no es nueva, pues la imagen de Astro boy fue creada por Tezuka, basándose en la de Mickey Mouse. Posteriormente la empresa fundada por Walt Disney le devolvería la jugada robándole su personaje Kimba para la película El rey león.

El nivel de animación denota que la producción no tiene el presupuesto de las recientes películas de Dreamworks o Pixar, pero, afortunadamente, mantiene el espíritu de entretenimiento de esta última. Por lo que se convierte en una perfecta película de aventuras, rica en variaciones y entretenida tanto para niños (cuyo humor infantil delata cuál es el target principal de la película) como para mayores.

El bajo nivel de críticas llegadas desde el otro lado del Atlántico han provocado que nos llegue con casi un año de retraso y bajo el amparo de la distribuidora española DeAPlaneta. Un claro ejemplo que delata el poco caso que se debe hacer a los críticos de cine.

Lluís Alba

Carancho

Pablo Trapero continúa en su estilo semi-documental con el acercamiento a la figura del Carancho. En Argentina, reciben el nombre de ese ave rapaz (similar a un buitre), aquellos que se dedican aprovecharse de los accidentes automovilísticos.

Ricardo Darín, con su solvencia habitual, encarna a un maduro abogado que perdió su licencia y debe trabajar para un buffet de abogados que se dedica a estafar a la gente y sacarles la indemnización de sus accidentes. Como en El bonaerense, en el que retrataba la corrupción de la policía de Buenos Aires, aquí ofrece la denuncia de estos personajes, así como su colaboración con el resto de personal relacionado con los accidentes automovilísticos: enfermeros, médicos y conductores de ambulancia.

Entre primerísimo y primerísimo plano, Pablo Trapero, cámara en mano, tiene tiempo para incluir una historia de amor entre el personaje de Ricardo Darín y el de Martina Gusman (su musa, su esposa). Narrada en dos capítulos, vemos como estos personajes éticamente opuestos acaban encontrándose en su soledad.

Aunque el final quede algo atropellado por la búsqueda de un impacto (con frivolité visual narrativa incluida), no empaña el conjunto del siempre interesante director argentino.

Lluís Alba

El gran Vázquez

Óscar Aibar y Santiago Segura, antes que cineastas fueron fans y creadores de cómics. Sólo así se entiende que se haya llevado a cabo un proyecto tan poco popular (ironías de la vida, al hablar de un autor de cómics) como la vida de Manuel Vázquez.

Conocido sobre todo por sus personajes de la etapa Bruguera: Las hermanas Gilda; Anacleto, agente secreto; Angelito, La abuelita Paz, La familia Cebolleta y, Los cuentos del tío Vázquez. La película narra la época que tuvo que vivir bajo el yugo de la esclavitud de una editorial de cómics de estructura franquista. Nada que objetar, era la época en la que le tocó vivir, lo triste de la historia de España es que 35 años después de la muerte del dictador, muchas empresas (como El corte inglés, por poner un ejemplo al azar) sigan igual.

Lo admirable de la película es la plasmación de la lucha eterna entre una persona idealista y su anquilosado entorno. Mezclando realidad y ficción, vemos el día a día de Vázquez, que vive sin pagar por nada, sableando dinero a Bruguera, casándose que diversas mujeres, teniendo varios hijos, huyendo de acreedores y de la policía. Aunque no menos ladrones fueron los mandamases de Bruguera, que obligaban a sus creadores de historietas a renegar sobre cualquier derecho de la obra.

Mientras Vázquez entra y sale de la editorial, vemos al resto de dibujantes aplicadamente dibujando en pupitres, cuál galera de esclavos de la época romana. En la que se puede reconocer a profesionales como Raf, Purita Campos (de la que se hace hincapié su bajo sueldo solo por el hecho de ser mujer), Jaume Rovira o Francisco Ibáñez. La ascensión en la fama de este último se utiliza como contrapunto en la decadencia de Vázquez en Bruguera.

Se podrá decir que el retrato de la época no es fiel, que la biografía de Vázquez esté mezclada con su leyenda, incluso que cueste dejar de ver a Torrente en este personaje (pero ese es un mal que, para bien de Segura, siempre le perseguirá). Pero esto es una película, que rinde homenaje a uno de los grandes de la historieta de España. Uno de esos profesionales que la incultura de nuestro país, logra que no tenga el reconocimiento merecido. Por suerte están Óscar Aibar y Santiago Segura para enmendar tal agravio.

Lluís Alba

dijous, 23 de setembre del 2010

El americano

El fotógrafo y director de videoclips Anton Corbijn saltó al cine para dirigir Control, película que adaptaba el libro de Deborah Curtis, viuda de Ian Curtis, vocalista de Joy Division. Anton e Ian se conocieron cuando este rodó varios videoclips de la banda y su salto al cine se hizo de forma natural, como un tributo a la amistad que ambos profesaban. Así pues, El americano es su primera película sin relación aparente con sus anteriores profesiones, salvo que tengamos en cuenta que el personaje de George Clooney se hace pasar por fotógrafo.

Como en su primer film, también El americano está basado en un libro, A very private gentleman de Martin Booth, cuyos derechos llevaban años pululando entre diferentes pequeñas productoras hasta que Anton Corbijn pudo tomar las riendas del film. Por suerte o desgracia, Booth no podrá ver la adaptación de su obra, pues murió, esta vez sí, solamente por desgracia, en 2008.

Digo por suerte o desgracia porque tras ver la película cuesta definir una única opinión positiva o negativa. Mi primera impresión sería decir que cuenta con un apático guión que contrasta con la estudiada dirección de Corbijn y la, siempre solvente, interpretación de Clooney. Sin embargo, hay tantas inverosimilitudes en el guión que parece imposible creer que esto lo haya escrito un guionista profesional a no ser que fueran pretendidas explícitamente. Situaciones como la de que un asesino a sueldo americano vaya a “pasar desapercibido” a una pequeña población italiana, o que los tiroteos a media noche no alerten a los vecinos ni los cadáveres requieran investigación alguna por la policía.

Para disfrutar de esta película lo mejor es verla como el clásico western donde un forastero es siempre abordado por un turbulento pasado que le impedirá tener una vida apacible. Las referencias explícitas a las películas de Sergio Leone, parecen querernos recordar que los spaghetti western se rodaban en Italia (además de en Almería) a pesar de transcurrir en un pasado reciente de los EEUU. El americano obvia esto último, y tanto el rodaje como la ficción ocurren en Italia en pleno siglo XXI.

Lluís Alba

dijous, 16 de setembre del 2010

Spider-man: diario de Peter Parker

Un nuevo libro sobre cronología de superhéroes editado por Alberto Santos Editor. Esta vez le toca el turno a Spider-man. ¿Cómo? ¿Este libro no lo había escrito ya Julián M. Clemente? Sí y no.

El libro de Julián era una cronología editorial, dónde podíamos saber qué número USA correspondía con las diversas ediciones españolas. Algo muy útil para los coleccionistas empedernidos. Mientras que este es un resumen de todos y cada uno de los cómics en los que aparece Spiderman desde los inicios hasta 1990 (Amazing Spider-man 339).

No sólo tiene que resumir todas las colecciones arácnidas, si no todos los crossovers y apariciones del trepamuros en el vasto universo Marvel. Lo cual abarca más de 1.000 cómics ordenados cronológicamente.

Dividido en 10 capítulos, ordenados por la edad que debería tener Peter Parker en los comics. Empezando por un primer capítulo que va desde antes del nacimiento hasta los 15 años. Avanzando año a año, hasta que el bueno de Peter cumple los 24.

Seguramente es un libro válido sólo para los coleccionistas de cómics. Aunque no necesariamente de los enfermos que tenemos todo lo publicado de Spider-man, si no también para los que tienen diversas etapas y pueden leer fácilmente los resúmenes de lo que pasa entre un número y otro.

Un libro que debería ser enviado a todos los guionistas del cabeza de red (creo que ya he usado todos sus apodos), para que no tuvieran fallos de continuidad.

Según cuenta el propio Francesc Martínez en este libro la idea fue de Francisco Calderón, quién ha hecho una obra similar con Conan, el bárbaro. Francesc Martínez se puso en contacto con él para ayudarle, pero al no disponer de tiempo suficiente, la tarea fue llevada a cabo finalmente por el propio Francesc.

El único inconveniente que le veo al libro es la portada ilustrada Pedro Delgado, no por ser una mala ilustración, si no porque el estilo de dibujo no tiene nada que ver con el de los cómics comentados en su interior. Lo cual hace perder una coherencia en el conjunto.

Pero no por ello voy a dejar de recomendar este libro, sólo de pensar en el curro que debe haber tenido ya estoy cansado. Así que todos los que coleccionáis cómics de Spidey (ups, me faltaba esta apodo), ya vais de cabeza a comprarlo. Y los que no... también, así en unos pocos (o muchos) días os hacéis una idea de lo que ha sido la historia de uno de los iconos más importantes del cómic.

Lluís Alba

Las extraordinarias aventuras de Adèle Blanc-Sec

Con la llegada a la gran pantalla de la adaptación de Las extraordinarias aventuras de Adèle Blanc-Sec, Norma editorial publica un tomo que recopila los cuatro primeros álbumes franceses.

Publicados entre 1976 y 1978, son un homenaje a los folletines que se publicaban a mediados del siglo XIX en Francia. Por lo que Tardi no planificaba la historia completa, si no que iba descubriendo sus aventuras mientras creaba el guión, al mismo tiempo que pueden hacerlo sus personajes o el lector.

Desde el inicio, el cómic denota una ironía y una serie de cambios bruscos que hacen más caótica la historia. Para empezar, la sorprendente presentación de Adèle, haciéndose pasar por otra persona, ocultando su identidad tanto a los personajes del cómic como al lector. La sucesión de acciones, bruscos cambios de escenario y el elevado número de personajes, puede llevar a la confusión inicial hasta que uno se adecúa al estilo de Tardi.

Adèle Blanc-Sec, escritora de profesión, irónicamente acaba participando en las aventuras de manera casual. Apenas tiene una participación decisiva, ya que todo lo que ocurre a su alrededor pasaría igual de no estar ella involucrada. Convirtiéndose así, en la perfecta narradora de unos libros de aventuras que no podría haber descrito si no hubiese participado directamente, pero sí que podrían haber ocurrido igualmente.

Como casual es su participación, también lo son la mayoría de las sucesiones. Pues así acentúa Tardí una historia caótica en la que cualquier personaje puede acabar teniendo una identidad totalmente opuesta o cambiar de estatus social varias veces en una misma aventura. Igualmente, las fantásticas criaturas pueden tener un origen diferente al definido inicialmente.

La caótica apariencia formal que tiene la historia, nace de la idea folletinesca de Tardi para narrar las aventuras de Adèle, y requiere de un mínimo grado de concentración para no perderse entre tanto personaje y acción. Pero al mismo tiempo, consigue que una segunda lectura del cómic sea una experiencia gratificantemente nueva.

Lluís Alba

Adèle y el misterio de la momia

Luc Besson amado y odiado a partes iguales, tuvo sus mayores éxitos cinematográficos en la década de los 90, con Nikita (personaje de éxito que contó con remake americano y dos series), Leon: El profesional (probablemente su película más redonda) y El quinto elemento (todo un éxito gracias a su reparto internacional). Siguió combinando la dirección con una serie de producciones de acción exitosas: las sagas Taxi y Transporter o la película Venganza. Últimamente ha dedicado sus esfuerzos en dirigir la trilogía infantil empezada en 2006 con Arthur y los Minimoys. Su hiperactividad, le ha permitido encontrar tiempo para rodar la adaptación del cómic de Jacques Tardi: Las extraordinarias aventuras de Adèle Blanc-Sec.

La película adapta el primer y cuarto álbum del cómic en el que se basa. Como es habitual, el guión se modifica para ajustar el contenido a una historia auto-conclusiva, olvidando la idea de serial folletinesco que evoca el cómic de Tardi. Nada que reprochar, más allá que una serie de televisión parecía lo más indicado para adaptar las aventuras de Adèle Blanc-Sec. Tampoco habría que reprochar la fusión de personajes, seguramente excesivos para una fácil compresión de un público menos exigente que el lector de cómics, capaz de parar la lectura y volver atrás cuando es necesario.

Pero llega un momento en que todos esos cambios son tan excesivos que cabría pensar si no era mejor plantearse una historia original en lugar de basarse en un cómic difícilmente adaptable, que acaba desvirtuándose. Mientras que el cómic de Tardi hace una de las más originales presentaciones de un personaje, cambiando su identidad durante una buena parte del primer número, en la película se vuelve de lo más convencional. Buscando desde un inicio una explicación lógica para todo elemento fantástico, cuando es algo que no requiere el film. La ironía que irradia el cómic desaparece por la apuesta de Besson por un humor tontorrón, más parecido a las recientes adaptaciones en carne y hueso de Astérix.

Cuesta entender que en un país como Francia, en el que los cómics están tratados con mayor respeto al que tenemos en España con cualquier novela, no encuentre una adaptación cinematográfica que se los tome en serio. Pues la película, salvo una dirección artística, un maquillaje destacable y el buen hacer de la actriz principal, acaba pareciendo más una parodia que una adaptación de una buena obra.

Lluís Alba

dijous, 9 de setembre del 2010

The runaways

The runaways fue un grupo de rock pionero al estar formado íntegramente por chicas. Este biopic adapta el libro escrito por la cantante del grupo, Cherie Currie. Así, vemos bajo su perspectiva lo que llevó a formar el grupo, el salto a la fama y su disolución.

Que esta película se estrene en España responde más al poder de convocatoria de sus dos actrices principales (Dakota Fanning y Kristen Stewart, partícipes de La saga Crepúsculo) y no a una expectación causada por un grupo musical desconocido para menores de 35 años y para el resto de mortales no eruditos del rock.

Más allá de una buena representación de los años 70, la película recurre a los tópicos de siempre que se habla de estrellas del rock, mezclando sus vidas con el sexo y las drogas. Si no se es fan de la banda o del rock de la época, resulta una película bastante prescindible, en la que la interpretación de Dakota Fanning destaca por encima de cualquier intención que tuviera el guión de la debutante Floria Sigismondi.

Al estar basada en una historia real, por lo menos sirve para descubrir que Joan Jett (Kristen Stewart) fue la primera intérprete de I love rock ‘n’ roll. Y, si uno se anima a buscar información tras ver la película, podrá ver que Cherie Currie (Dakota Fanning) actuó junto a Jodie Foster en Foxes, el debut en la dirección de Adrian Lyne.

Lluís Alba