diumenge, 25 de novembre del 2007

[·REC]

Desde que vi Darkness me sentí tan estafado que me negué a ver jamás una película de Jaume Balagueró. Y en estos tiempos en el que hay una sobredosis de películas de terror ni Frágiles, ni su telefilm Para entrar a vivir, creaban la suficiente expectativa para pensar que me estaba perdiendo algo imperdonable en la industria del cine de terror. Y sobre Paco Plaza no tengo nada que decir, pues esta es su primera película que veo.

Así cuando se anunció el estreno de REC en Sitges no tuve ningún motivo para ir a verla. Pero todos los comentarios, de aficionados y críticos, surgidos tras su pase en Sitges han creado una espectativa cada vez mayor y esperaba con ansia su estreno.

Así que la diferencia entre los que la vieron en Sitges y los que la hemos visto después radica entre la sorpresa de los que no saben que van a ver y los que esperamos ver una de las películas más revolucionarias del cine. Por lo tanto, vi una buena película, pero seguramente la hubiera gozado y vanagloriado más de haberla visto antes de que se hablara de ella.

No es que la idea de la película sea algo original, pero sí que resulta efectiva para crear la atmósfera claustrofóbica y barata de producir. Ya se hizo algo parecido en su momento con El proyecto de la bruja de Blair, y recientemente tenemos dos películas más que se aproximan a esta manera de presentar la película: Redacted y El diario de los muertos de George A. Romero.

No son películas iguales, pues REC sólo utiliza una cámara, mientras que las otras dos mezclan todo tipo de cámaras para reflejar el momento en el que vivimos en el que casi todo el rato estamos rodeados de cámaras, sean de seguridad, digitales, móviles etc... (que diría George Orwell si supiera que El gran hermano somos nosotros mismos). Pero dejo de divagar, pues este no es el tema de REC.

REC principalmente es una película de terror, aunque pueda haber cierta crítica a los programas de telerrealidad. Ofreciéndonos a una presentadora a la que odiamos desde el inicio. También puede verse en los momentos más cotidianos de la película en la que conocemos a los vecinos de la escalera, en la que van contando sus interioridades a la cámara, algo que parece una mezcla de El diario de Patricia y Escenas de matrimonio. Ofreciéndonos unos variopintos vecinos, desde Chinos, Argentino, Colombiana. (Curiosamente los chinos hablan en su idioma entre ellos, mientras que los catalanes lo hacen en castellano. Los productores deben creer que si hablarán en catalán asustarían demasiado al resto de españoles). Aunque para contrarrestar esta ausencia del catalán está la parte en que el culpable de todo lo que les ocurre en el edificio es de un madrileño.

Pero es no es más que la anécdota, esto es una película de terror que funciona perfectamente y nos adentra en una atracción de El túnel del terror, en la que no entendemos que pasa pero la cosa se va complicando cada vez más. Así nos adentramos junto a los personajes en un in crescendo de angustia y sustos. Hasta llegar a una parte final que queda algo forzada, al darnos una explicación de todo lo que ha sucedido, cuando ni el espectador ni el tipo de film lo pedía.

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Lluís Alba

dimecres, 21 de novembre del 2007

3 agujas

Con 2 años de retraso nos llega a las carteleras esta película compuesta por tres historias con el SIDA como hilo conductor.

Se estrenó en el festival de Toronto del 2005 con buena acogida por parte de la crítica. Su director, Thom Fitzgerald, nacido en Nueva Jersey pero afincado en Canadà, donde suele tener buenas críticas y cierto prestigio. Pero fuera de ahí su repercusión, es casi nula.

3 agujas es su película más conocida hasta el momento. Ha conseguido reunir a un reparto de caras conocidas gracias al tipo de proyecto. Pues han tenido que rebajar su caché para poder participar en el film: Chloë Sevigny (la musa indie por excelencia desde Kids), Lucy Liu, Shawn Ashmore (Bobby Drake en X-men), Olympia Dukakis, Sandra Oh (vista en la, primero, sobrevalorada y, después, vilipendiada Entre copas), Stockard Channing (inmortalizada para siempre por ser Rizzo en Grease).

Podría decirse que es similar a Babel, pues nos muestra un mundo globalizado, esta vez por una enfermedad mundial. Aunque aquí sus tres historias son independientes. Primero vemos la protagonizada por Lucy Liu en la China rural, dónde interpreta a una mujer embarazada que va comprando sangre por los pueblos. Y como una aguja infectada es la responsable del contagio masivo en uno de los poblados. Después está la historia protagonizada por Shawn Ashmore, en la que es un actor porno en Canadá afectado de SIDA y tiene que hacer trampas para pasar los controles. Y, finalmente, la protagonizada por Chloë Sevigny en Sudáfrica, una monja que se sacrifica para cuidar a niños y enfermos.

El gran mérito de esta película es volver a poner el SIDA en primer plano en los tiempos actuales. Una enfermedad de la que no se paraba de hablar en los 80, pero poco a poco a quedado diluida en los medios de comunicación, y casi parece que no exista. Por eso es importante que haya películas como esta, aunque, desgraciadamente, no tendrá una gran repercusión en el público en general al ser una película minoritaria, de las que la gente rehuye porque prefiere el cine como evasión y no como reflexión.

Lluís Alba

dimecres, 14 de novembre del 2007

Don Miki. Especial serie negra

Después de varios años sin publicarse en España vuelve la mítica colección Don Miki. Los que tenemos ya una edad la recordamos como una de las revistas de cómics que nos acompañaban a todas partes. Crecimos y aprendimos a amar el cómic con Don Miki.

Planeta DeAgostini en su búsqueda por seguir siendo uno de los estandartes de la publicación de cómics en España (después del duro golpe de quedarse sin Marvel), ha conseguido los derechos para la publicación de una línea Disney.

De momento empezarán por una serie de recopilatorios por temas. Leyendo este primer recopilatorio bajo la temática de serie negra, vemos que el nivel sigue siendo igual de bueno que cuando lo leía en los 80, buenas historias y buen dibujo. El que he cambiado he sido yo, pues ahora veo lo infantil que puede ser un cómic, sobretodo por sus chistes fáciles y bobalicones. Pero de eso se trata, es un cómic pensado para el público infantil. Por lo que es una excelente noticia que se publique en España, para que la generación de niños actual puede aficionarse al cómic con Don Miki.

También hay que agradecer a esta edición de Planeta, que no nos plante el cómic sin más. Hay varios artículos sobre los autores y de la línea editorial que piensan seguir. Algo que siempre favorece a que el lector se interese por seguir coleccionando.

Este número presenta cuatro historias hechas íntegramente en Italia, con guiones de Tito Faraci y dibujos de Giorgio Cavazzano, para las primeras tres historias y de su alumna, Silvia Ziche para la última.

Sobre el dibujo, hay poco que decir pues siguen ambos una misma línea al tener que hacer seguir el estilo Disney. En el caso de Giorgio Cavazzano se nota tanto que cuando dibuja los personajes creados en EEUU, como el propio Mickey Mouse, se nota que ha llegado a ser tan perfeccionista y hacerlo tan idéntico al estilo Disney, que contrasta mucho con el resto de personajes creados en Italia para la ocasión.

Para acabar comentaré que las cuatro historias que lleva son:
Anderville, protagonizada exclusivamente por Mickey Mouse, y la historia que más se asemeja al género negro.
La larga noche del comisario Cirílez y El inspector Cirílez al filo de la navaja. Son historias protagonizas por el inspector Cirílez y el resto de policías secundarios.
Y, la última, Mickey y el genio en la sombra que, a pesar del título, está protagonizada por Goofy.

Lluís Alba

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diumenge, 11 de novembre del 2007

Fascinación

Esta es una de las primeras películas que empezó a darle fama a Brian De Palma. Una fama como homenajeador o imitador de Hitchcok que empezaría con esta Obsession (título original).

Brian de Palma y Paul Schrader fueron juntos a ver Vertigo de Hitchcok. En una cena tras el visionado, pensaron que sería maravilloso rodar una película como esta. Así que tras hablar de unas ideas del argumento, Schrader hizo el guión en pocos días.

El título pensado para esta historia era Déjà Vu, pero pensaban que el público no entendería este concepto o que creerían que era una película francesa (con lo negativo que hubiera sido para su distribución en los EE.UU.)

Fascinación está protagonizada por Cliff Robertson (actualmente más conocido por ser el tío Ben en los Spiderman de Sam Raimi). Fue escogido por Brian de Palma porque daba esa imagen de protagonista clásico como lo eran los protagonistas de las películas de Hitchcok (Cary Grant, Gregory Peck, James Stewart...). Además de porque necesitaban a un actor conocido para poder vender la película, dado que entonces ni De Palma ni Schrader tenían la fama actual.

Para el resto de protagonistas se escogió a Geneviève Bujold por ser extranjera y tener un físico capaz de aparentar diversas edades. Mientras que para el papel del socio se escogió a un joven casi desconocido de la época: John Lithgow, a quien De Palma había conocido al verlo en una obra de teatro.

El director de fotografía de origen húngaro, Vilmos Zsigmond, comenta que la película usa todo el rato una luz difusa porque era el efecto que escogieron para las escenas del pasado. Y decidieron usarla (aunque menos acentuada) durante toda la película para que no se notara tanto el truco. Algo que le da al film un aspecto de estar viviendo un sueño.
En el film se nota las obsesiones de Brian De Palma de usar siempre la cámara en movimiento. Algo característico del director que le da un toque personal a sus películas, a pesar de que siempre se diga que son meras copias de Hitchcok. Estos movimientos los usa para no cortar planos y dar un aire más dinámico al film. Así en algunas escenas en las que hay un cara a cara de dos personas hablando la cámara se balancea lateralmente entre un personaje y otro, sin tener que cortar con el típico plano y contraplano.

Usa giros de cámara de 360º en un par de escenas para representar el paso del tiempo. Tanto en la secuencia del cementerio, en la que la cámara empieza mirando a Cliff Robertson mientras vemos las obras de la tumba, hasta que vuelve la cámara a él, y vemos que han pasado 15 años. Lo mismo se usa en una secuencia en la que Sandra está en la habitación de Elizabeth leyendo su diario. También está el giro de 360º en el plano final, aunque esta vez no es para enfatizar el paso del tiempo.

Otro de los recursos utilizados en el film es uno muy típico de Hitchcok, en el que la cámara hace un zoom mientras que esta se aleja hacia atrás. En una de las ocasiones es usada para cambiar la perspectiva de Sandra y verla en un picado para simular que es una niña en uno de los flashbacks.

La iglesia de San Miniato en Florencia, es uno de los iconos del film. Pues es ahí donde Michael (Cliff Robertson) conoció a Elizabeth y después a Sandra. Sin embargo no pudieron rodar más que en sus exteriores. Pues cuando ya tenían todos los permisos para rodar en el interior, alguien rodó una película porno en una iglesia italiana diciendo que iba a ser una película “normal”. Por lo que El Vaticano les denegó el permiso de rodaje. Finalmente De Palma encontró la iglesia de San Gimignano en un pueblo vecino, dónde pudo rodar los interiores.

Para la residencia de Michael, alquilaron la casa de una familia, los Favreau. Estaban muy contentos porque vinieran a rodar una película en su casa. Pero al pasar los días empezaron a preocuparse por si ensuciaban o malograban la casa. Como el rodaje se alargó algo más de lo pactado, no pudieron acabar las escenas interiores de la casa. Así que acabaron rodando en una vieja casa de Pasadena los interiores del piso de arriba.
Entre las escenas más conseguidas de la película está la de los flashbacks que vemos en la mente de Sandra. Hacia el final cuando es llevada a la fuerza por Robert (John Lithgow) a través de los pasillos del aeropuerto, con la cámara siempre en movimientos siguiendo a los dos personajes, De Palma aprovecha que el pasillo está lleno de ventanas, y entre ventana y ventana se produce la oscuridad por el contraluz. Así vemos como en una ventana es Robert, en la siguiente es el secuestrador de cuando Sandra era niña, después vuelve a ser Robert etc...

Del guión original hubo que cambiar varias cosas. Una de ellas fue para que se pudiera vender mejor el film, puesto que en el original padre e hija se acostaban juntos. Finalmente quedó como una escena de un sueño en la que no se sabe si es un recuerdo de Elizabeth o la propia Sandra la que está con Michael en la cama.

Otra de las cosas que se eliminó fue un tercer acto que ocurría unos años después. De Palma lo eliminó para que la película no durara casi tres horas, y también por influencia del autor de la música del film: Bernard Herrmann.

Bernard Herrmann, fue escogido personalmente por Brian De Palma. Mientras que el productor George Litto quería a un jovencito desconocido llamado John Williams. Por supuesto De Palma prefería a Herrmann por ser uno de los músicos que ha trabajado en más películas de Hitchcok. Cuya última obra antes de morir fue esta Fascinación.


Lluís Alba

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dilluns, 5 de novembre del 2007

Resident Evil: Extinction

Seguramente en uno de los peores cines de una gran capital es donde tuve la desgracia de ver Resident Evil: Extinction. Este cine es el multisalas de Los Arcos en Sevilla. Sala cutre, donde no apagan todas las luces necesarias, un público de lo más intolerante: no callan, contestan al móvil y se ponen ha hablar campechanamente. También hay quien come pipas haciendo todo el ruido posible para abrirlas. Incluso estaba el hermano de Farruquito en nuestra sala, por suerte no dejan entrar en coche al cine.

En esos momentos es cuando desearía tener los poderes de Milla Jovovich y enviarlos todos fuera para que nos dejaran ver la película tranquilamente.
Esta tercera entrega es entretenida, pero no aporta ninguna novedad. De hecho es un pastiche (bien hecho) de numerosas películas de culto: Los pájaros de Hitchcock, Mad Max, El día de los muertos. Incluso, hacia el final del film, podría tener algo en común con Alien Resurrection (aunque esta película no la catalogaría como “de culto”).

Todo debido a su guionista y creador de la saga cinematográfica, Paul W.S. Anderson (pareja de Milla Jovovich con un hijo a punto de nacer si no lo ha hecho ya) un fan del cine de género.
Russell Mulcahy (director de Los inmortales) firma esta tercera entrega. Por suerte es un director que tiene algo de gusto clásico y sabe filmar escenas de acción que se entienden. Situando esta película de acción muy por encima de otras contemporáneas.

Parece ser que a los fans del juego no le ha gustado algunos cambios con respecto a los personajes, pero eso es algo habitual en estas adaptaciones. Aparece como novedad el personaje de Claire Redfield (repitiendo por unos altavoces su nombre hasta la saciedad para que todos sepamos que sale en la película) interpretado por Ali Larter (Héroes, Destino final). Pero es un personaje que no aporta nada al film y tal como viene se va sin dejar huella.

En definitiva, es un film que se deja ver, sin demasiadas pretensiones (o eso creo...) y que permite pasar una hora y media entretenida. Con un final tan abierto como sus predecesoras, por lo que seguramente veamos una cuarta parte. Y si gusta, una quinta, sexta etc...


Lluís Alba

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INVASIÓN

No era mi intención ver este film, pues tal y como ha ido la historia de su creación, parecía que el resultado iba a ser tan desastroso como El exorcista: el comienzo. En resumen, Joel Silver, el productor de Matrix, contrata a Oliver Hirschbiegel (El experimento, El hundimiento) para que ruede un innecesario tercer remake de La invasión de los ladrones de cuerpos. Una vez visionado por algunos tipos de Warner, coleguitas y demás conejillos de indias, resulta no gustar a casi nadie. Por lo que llama a sus amigos, los hermanos Wachowski, para que le arreglen el film y estos lo ponen en manos de James McTeigue (director de la segunda unidad de la saga Matrix y director titular de V de Vendetta). Rodando nuevas escenas de acción y rehaciendo la mayor parte del film para darle más importancia al personaje de Daniel Craig.

Posiblemente algún día lleguemos a ver en DVD la versión original del film, y podremos comprobar su nivel. Pero de momento no nos queda más remedio que aguantarnos con esta.

Lo más positivo del visionado fue que en la sala del cine Nervión de Sevilla se exhibía una copia en digital, con una imagen de gran calidad y definición.

La película empieza bien (sin exagerar) pero va avanzando torpemente. Y sin saber exactamente que secuencias son de un director u otro, sí que se nota que están montadas con calzador. Se nota en alguna como en la que Nicole Kidman (que parece todo el rato un anuncio de la moda otoño de El corte inglés), se va de la embajada para intentar encontrar a su hijo, dejando a Daniel Craig y compañía esperándola. Después de pasar una serie de infortunios, regresa a la embajada y todos están en la misma situación que antes, como si apenas hubiesen pasado unos minutos.

Y poco a poco, la cosa se va desmadrando. Como en una secuencia que debería ser terrorífica, en la que Nicole es rodeada por unos extraterrestres en el supermercado. Pero se libra de ellos de una forma bastante ridícula y nada más huir a la calle se encuentra con un coche en marcha con las llaves puestas, para que se inicie una persecución por las calles de Washington que no venía a cuento.

Por desgracia toda la película carece de la tensión que debería crear una historia como esta. Tensión que sí tenían sus tres predecesoras. Y de las cuales siento especial predilección por la de Philip Kaufman, seguramente por la temprana edad en la que la vi por primera vez.

Lo único que tiene en común con las otras es la doble lectura. En la de Don Siegel, la amenza comunista. Philip Kaufman con el Watergate. Y Abel Ferrara con el sida. Esta nos aporta una comparación con los conflictos bélicos mundiales (en los que EEUU siempre tiene algo que ver), algo inherente en la condición humana. Una reflexión que se acentúa en una de las pocas secuencias que se salvan de la película, en una conversación de un diplomático ruso con Nicole Kidman.

Lluís Alba

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