diumenge, 10 de febrer del 2013

Mamá



Andy Muschietti ha labrado la mayor parte de su vida profesional como director de publicidad. Pero sus estudios en la Universidad de cine de Buenos Aires, delatan que su verdadera pasión era el cine y tras varios cortos realizados, encontró el reconocimiento en 2008 cuando presentó Mamá en diversos festivales internacionales. Con la fortuna para el director argentino afincado en Barcelona que Guillermo del Toro se fijara especialmente.

Con el apadrinamiento del director de Mimic, el corto pasó a convertirse en el proyecto de un largo con guión del mismo Andy Muschietti y su hermana Bárbara. Como es natural en dos personas que debutan en el cine, adoptaron toda clase de recomendaciones por parte de Guillermo del Toro, incluso dejaron la reescritura del guión en manos del británico Neil Cross, quién ha ganado prestigio gracias a varias novelas y a la creación de la serie de la BBC Luther, protagonizada por Idris Elba.

Este cambio de manos en la concepción del guión es la explicación más lógica que se me ocurre para explicar la incoherencia de lo visto en el film. O el guión de los Muschietti era tan malo que ni Neil Cross pudo salvarlo, o este último no leyó nada y se limitó a aportar escenas y personajes sin tener en cuenta lo que habían escrito.

Mientras que la primera parte film, sin aportar demasiada originalidad (demasiado deudor del cine de terror japonés), plantea una correcta historia de terror sobrenatural con algunas situaciones un poco pilladas pero perdonables, llega un punto en el que la película es una orgía del sin sentido que bordea el ridículo. Desde el planteamiento del inicio que nada tiene que ver con la resolución, personajes actuando sin motivo alguno, personas que se encuentran en medio del bosque por casualidad, un final que tenía algún sentido se alarga para convertirlo en algo absurdo etc...

Ni la presencia de Jessica Chastain, ni el buen arranque del film, ni la ambientación en los espacios cerrados de la casa consiguen salvar la película. Solo cabe esperar que el éxito comercial del film logre que los hermanos Muschietti tengan mayor control sobre su próxima película para comprobar quién fue el verdadero culpable de este desastre que es Mamá.

Lluís Alba
zumbarte.com

dimecres, 6 de febrer del 2013

Las ventajas de ser un marginado



En 1999 Stephen Chbosky publicó el libro The perks of being a wallflower y 13 años después él mismo se ha encargado de llevarlo al cine. El libro estaba estructurado en forma de cartas que escribía un adolescente de 16 años llamado Charlie durante su primer año de instituto. Un libro polémico en EEUU, pues era un tema atrayente para adolescentes que hablaba explícitamente de drogas, sexo, abusos etc...

El film abandona dicha estructura narrativa aunque sí hace un par de guiños en los que vemos a Charlie escribiendo las cartas. Un chico tímido con un trauma, que va surgiendo durante la película, se enfrenta a su primer año de instituto donde es ignorado por la mayoría de alumnos hasta que consigue relacionarse con un repetidor inadaptado y su hermanastra.

Es la típica película iniciática que no aporta demasiado nuevo, salvo para un público adolescente que pueda sentirse reflejado o para algún nostálgico que se acerque peligrosamente a los 40 y desee rememorar sus años adolescentes de principios de los 80 en los que se ambienta la película. Pero si no existe un interés especial por el argumento, la película está llena de tópicos que pueden echar para atrás al resto del público.

A una dirección plana, típica de telefilm, le sumamos algunos detalles que pueden hacerla odiosa: como que el protagonista inadaptado sea un guaperas y no tenga la imagen del empolloncete que representa o que los despojos sociales del instituto sean al mismo tiempo los triunfadores actores de la representación de The horror picture show del pueblo.

Solo se salva de la quema las interpretaciones del trío protagonista, sobretodo la de Ezra Miller y Emma Watson. Logan Lerman no está mal, pero se echa en falta que Jesse Eisenberg sea demasiado mayor para un papel que le venía perfecto.


Lluís Alba
www.zumbarte.com