dijous, 7 d’abril del 2011

Inside job

Como en su anterior documental, No end sight (2007), Charles Ferguson vuelve a relatar unos hechos de sobra conocidos por todos que, a pesar de ser reiterativos, siguen siendo necesarios.

Probablemente no sirva para cambiar la situación, pues se trata de un mal endémico propio de nuestra especie. El poder y la ambición hacen que todo valga, hasta pisotear al resto de personas, con tal de conseguir lo que se desea. En el documental se muestra como, los mismos que han provocado la crisis de manera consciente, han sido los mayores beneficiados. Y, además, siguen ocupando los mismos puestos de poder en el gobierno de EEUU. Todo sigue igual, e incluso mejor para ellos.

El tipo de propuesta se asemeja a las realizadas por Michael Moore. Ambos atacan al poderoso (disparan hacia arriba, como diría Monegal) y dejan en evidencia a sus invitados, incluso llegando a ridiculizarlos si es necesario. Por el contrario, Ferguson, se muestra menos egocéntrico, evita su imagen en pantalla y escoge a un actor profesional como Matt Damon para la narración en off.

El nivel de comprensión también es más alto, la cantidad de datos técnicos que aporta, dificulta que el espectador medio pueda comprender la totalidad del documental. Aunque, estratégicamente, las ideas se van aclarando, de manera que hacia el final todo se hace más inteligible para que, hasta los menos instruidos en materia económica, podamos salir con la sensación de haber sacado algo en claro.


Lluís Alba