dijous, 26 de juliol del 2012

El caballero oscuro: La leyenda renace



Lo que Chritopher Nolan ha conseguido con el cierre de esta trilogía basado en un cómic de superhéroes no era tarea fácil. Otros estuvieron cerca, como Sam Raimi y su Spider-man. Pero ni pretendía ser una trilogía, ni la tercera parte logró los resultados deseados por el cineasta.

Sin ser un batmanófilo, sí que he leído suficientes números de Batman para poder afirmar que Nolan ha dirigido unos films personales al mismo tiempo que ha respetado los cómics que adaptaba. Batman begins estaba basada el Año uno, mientras que El caballero oscuro inspiraba alguna secuencia en La broma asesina, El caballero oscuro: La leyenda renace, toma como principal referencia argumental la saga La caída del murciélago (Knightfall) publicada en la colección regular de Batman entre Abril de 1993 y Agosto de 1994. Comics publicados hace pocos años en uno de los múltiples recopilatorios de Planeta DeAgostini antes de abandonar la publicación de DC Comics en España.

A pesar de una estructura argumental similar a la de sus predecesoras, con enemigos grandilocuentes que aterrorizan la ciudad de Gotham y unos giros argumentales que van desvelando sorpresas hacia el final del film, hay suficientes diferencias en este film que evocan en el espectador la sensación de fin de una era. Nolan ha podido planificar esta película como un cierre perfecto a su trilogía, dejando una puerta abierta por si otro director quiere retomar la saga donde la dejó. Por ello el tono del film es triste a propósito, enfatizando un desasosiego en el espectador.

Batman aparece poco en el metraje, dejando que el sufrimiento de Bruce Wayne tenga mucho más protagonismo. Eso no significa que las más de dos horas y media de peli sean tediosas o ajenas al cine de acción, pues el resto de personajes presentados en el film se integran como un minucioso engranaje de reloj cautivando la atención del espectador. En los films de Nolan no hay personajes gratuitos, todos tienen su razón de ser argumental. Tanto Catwoman, como Miranda Tate y el joven policía John Blake tienen su razón de ser, incluso aportan sorpresas que solo la proliferación de rumores en internet han podido amargar.

Del mismo modo, tampoco hay desenmascaramientos por la cara (del actor). Todas las apariciones de Bruce Wayne sin su disfraz son justificadas, del mismo modo que Bane no se quita la máscara en todo el film, dotando más realismo al origen del personaje en detrimento de cualquier dote interpretativo que pudiera tener Tom Hardy. Probablemente el recuerdo del Joker de Heath Ledger sea un lastre demasiado pesado para entrar en comparativas. Y Nolan haya decidido cortar por lo sano cambiando radicalmente el registro del villano del film.

El contexto histórico de la crisis actual en el que se ha estrenado el film no es ajeno al guión de los hermanos Nolan. Estamos en una época de crisis donde la gente está especialmente sensible, por lo que se ha generado cierta polémica en varios sectores ideológicos diametralmente opuestos. Probablemente en otro momento de nuestra historia (global) no habría levantado tantas ampollas. Lo único que puedo afirmar con seguridad es que en cualquier época este film levantará de los asientos a los espectadores para aplaudir hasta que les salgan ampollas en las manos.

Lluís Alba
zumbarte.com