
La película empieza, en su prólogo, con el encanto poético de la estética de spot televisivo, contrastado con las imágenes que nos muestran un terrible suceso. Una estética que se va abandonando, hasta llegar a la parte final llena del gore más fuerte e hiperrealista que he podido ver desde el Giallo italiano que descubrí en los primeros tiempos de Tele 5.
Supongo que la mayoría de críticos no soportan a Lars Von Trier, demostrando cierta envidia por ver a alguien más listo rodando las pelis que le da la gana. Pues, en el fondo, todo crítico esconde un cineasta frustrado en su interior.
Lluís Alba
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada