Rick Riordan publicó en 2005 el libro Percy Jackson and the lightning thief, una adaptación juvenil de la mitología griega ambientada en nuestra época. Pero también inspirada en la saga literaria juvenil más rentable de la última década: Harry Potter.
Como al joven mago, a Percy Jackson se le conoce por un nombre y apellido de dos sílabas fáciles de recordar. Vive en el mundo real sin saber que tiene un pasado mágico, o mitológico en este caso. Y, cuando lo descubre llegará a un campamento de semi-dioses donde podrá entrenar y conocer sus verdaderos poderes. ¿Podría existir Percy Jackson sin Harry Potter? Sí, pero sería completamente diferente.
Por supuesto, los productores de la película no dudaron en buscar la mejor manera para que la saga cinematográfica fuera un éxito y contrataron a Chris Columbus, el mismo que inició la saga Harry Potter en el cine. Aunque el nivel de producción de ambas películas sea parecido, queda patente que la imaginería que envuelve Hogwarts y su mundo es mucho más rica para ser trasplantada a la gran pantalla que las juveniles aventuras del hijo de Poseidón.
La película resulta un mero entretenimiento destinado a un público pre-adolescente, que no ofende demasiado, ni aburre. Pero tampoco llega a provocar ninguna emoción capaz de destacar demasiado por encima de la media de producciones similares. A pesar de tener algunos detalles interesantes, no exentos de ironía, como que el monte Olimpo esté situado sobre el Empire State y el infierno se encuentre bajo el cartel de Hollywood. O la inclusión de una pequeña broma (convenientemente actualizada) sobre la crisis.
Una crisis que no parece afectar a los protagonistas, unos jóvenes que no tienen problema alguno en viajar de una punta a otra de los EEUU sin más dinero que el que llevan en sus bolsillos. Y, como en Furia de titanes (curiosamente tiene previsto el estreno de un remake a finales de marzo) deben enfrentarse a criaturas de la mitología griega: el minotauro, medusa o una hydra.
Logan Lerman, consigue con este papel protagonista darse a conocer al gran público y ser un firme candidato para vestir las mallas de Spiderman en la futura película de Marc Webb.
Lluís Alba
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