dimarts, 6 de setembre del 2011

La deuda

Remake de un film israelí, del que dudo poca gente pueda haber visto en España (a excepción de Pilar Rahola), sobre unos agentes del Mossad infiltrados en la Alemania del este en 1967.

Recomendable película de espionaje. Como también es recomendable advertir, a todo el que desee verla, para que no lea el argumento que corre por la mayoría de webs. Pues relatan con pelos y señales un giro argumental que sucede en el último tercio de la película.

Los acontecimientos comienzan en 1997, cuando la hija de dos de los agentes, presenta un libro basado en su misión de infiltrados en el Berlín oriental. A partir de ese momento comienza un flashback que ocupa la mayor parte del film y, donde se incluyen las mejores secuencias y puramente auténticas del cine del género.

Para interpretar a los tres agentes en las diferentes épocas se ha optado por la (mejor) opción de contar con distintos actores y evitar los maquillajes digitales, que todavía dejan mucho que desear. Salvo el problema en que el parecido entre algunos de los actores son más que remotos, al menos en el personaje principal, Rachel Singer, sí que ha habido un acierto tanto en la semejanza física como en la elección de actrices. Helen Mirren presta su rostro a la versión de 1997 y la (por el momento) desconocida Jessica Chastain hace lo propio con la de 1967. Y digo por el momento, pues Chastian tiene pendientes hasta seis estrenos importantes en papel principal (películas dirigidas por nombres como Terrence Malick o Ralph Fiennes). Hasta ahora, solamente la habíamos podido ver en apariciones fugaces en series de televisión, pero tuvo la fortuna de compartir cartel teatral con Al Pacino en la obra Salome, cuya adaptación cinematográfica, también protagonizará bajo la dirección del mismo Pacino.

Obviamente, al tener un origen israelí, la película no es imparcial ni muestra la dualidad moral de las acciones del Mossad, como si sucedía en Munich (ídem, 2005) de Steven Spielberg, película con la que podría guardar algunas similitudes. Pero sí se toma el tiempo suficiente para explicar las interioridades de los tres protagonistas que forman un triángulo amoroso, cuyos actos en la misión les dejarán marcados para el resto de sus vidas.

Lluís Alba