dijous, 17 de gener del 2013

Lincoln



Para los estadounidenses Abraham Lincoln es un personaje más cercano a una deidad que a un ser humano terrenal. No es de extrañar que sea una de las figuras más representadas en el cine, según imdb entre films y capítulos de series ha tenido 308 apariciones. Incluso para los que no somos norteamericanos conocemos a la perfección su icónica imagen y la mayoría podría saber detalles de su vida sin haberlo estudiado jamás en el colegio.

Además es un tema recurrente por lo que ha sido abordado de diversas formas, sirva de ejemplo para no ir más lejos: La conspiración (The conspirator, 2010) de Robert Redford en el que se narraba el juicio posterior a su asesinato o Abraham Lincoln: Cazador de vampiros (Abraham Lincoln: Vampire hunter, 2012) de Timur Bekmambetov, un divertimento pulp en la que se narraba la historia del presidente como si realmente hubiese dedicado su vida a matar vampiros.

Con todo esto, no es de extrañar que Steven Spielberg llevara tiempo empeñado en realizar un film biográfico de Lincoln. Optando por adaptar parte del libro Team of Rivals: The Political Genius of Abraham Lincoln de la historiadora Doris Kearns Goodwin. El film se concentra principalmente en el mes de enero de 1865, durante las postrimerías de la guerra de secesión el congreso de los EEUU debate sobre la creación de la decimotercera enmienda en la constitución que serviría para abolir la esclavitud. Así, el film, se aleja de la parte más espectacular o entretenida que conocemos de Spielberg para presentar una película basada principalmente en una enorme cantidad de diálogos sobre política y estrategias militares que, a pesar de ser excelentes, pueden alejar al público poco interesado en la historia de EEUU.

La factura del film es impecable, así como la dirección de Spielberg que no olvida al 100% que su cine también es entretenimiento y en algunas ocasiones hay pinceladas de humor que aligeran la pesada carga del contenido principal del film. Como también vemos la maestría del director cuando omite mostrar directamente algunos acontecimientos históricos, de sobras conocidos para el público estadounidense (y en general para los del resto del planeta) para centrarse en la reacción de algunos personajes con respecto a los hechos.

Sumado a todo esto, unos intérpretes excelentes y en estado de gracia. Como no podía ser de otra forma, Daniel Day-Lewis borda un personaje bastante distinto al que hemos visto hasta el momento. Su Lincoln es de carácter habitualmente amable, que usa un discurso metafórico válido para cada ocasión y capaz de solucionar los conflictos más complicados. Como he dicho al principio, casi una deidad.

Lluís Alba
www.zumbarte.com

1 comentari:

El Espíritu de la Golosina ha dit...

Personalmente no me pareció que la película funcionara. Es como un pastiche de intenciones y no acaba siendo ni de entretenimiento, ni rigurosa, ni "de autor". También hay que decir que la vi doblada y el doblaje en castellano es totalmente nefasto...