diumenge, 30 de novembre del 2008

Outlander

Outlander nació como una versión más “realista” de la leyenda de Beowulf. Al menos eso es lo que explica su director, Howard McCain. Para ello cambió el concepto de Grendel como monstruo fantástico por un monstruo alienígena.

Dejando aparte las ideas originales del director, es cierto que Outlander recuerda mucho a Beowulf. Sólo conozco la película de Zemeckis, que es superior en cuanto a técnica y espectacularidad, pero está muy debajo de Outlander si compiten en ritmo y entretenimiento.

Outlander es una peli con sabor a serie B, puro entretenimiento sin pretensiones. Y conseguir entretener durante 115 minutos ya es todo un mérito. La extraña mezcla entre vikingos y extraterrestres funciona muy bien, el guión intercala a la perfección las escenas de acción con la dosis justa de descanso entre ellas. Tenemos peleas entre los protagonistas, ataques del monstruo, batallas contra otros clanes vikingos. Todas bien filmadas, la acción se entiende y no cortan cada plano a los dos segundos como en la reciente Quantum of solace, dónde habrán gastado diez veces más de presupuesto en filmar unas escenas que no se ven.

Cuenta con escenas que sorprenden, épica, drama, incluso una pequeña burla divertida contra la religión cristiana y unos buenos personajes que evolucionan. También aporta algunas secuencias de gore (las justas para un público generalista, tampoco hay que exagerar). Y la aportación de buenos actores, además de Jim Caviezel (aunque no sé si catalogarlo dentro de los buenos actores, al menos está más que correcto), me han gustado los semi-desconocidos Sophia Myles y Jack Huston. Y los siempre solventes John Hurt y Ron Perlman.

Se ha criticado el aspecto de la criatura de la película, incluso he leído como la definían como un árbol de navidad con patas. Quizá no gane el premio al mejor diseño, ni a los mejores efectos digitales, pero da el pego y la iluminación propia de la criatura, aporta la dosis de terror necesaria a un personaje que aparece de noche.

Es una pena que en los últimos años cueste encontrar más pelis como esta, puro entretenimiento para disfrutar durante dos horas y salir satisfecho del cine. Habrá que estar atento a los próximos proyectos de los guionistas Howard McCain y Dirk Blackman: Underworld 3 y Conan.

Lluís Alba