Secuela directa de Casino Royale, la película que sirvió para refundar la saga Bond. Un Bond más humano, más serio, más parecido al personaje original de las novelas de Ian Flemming. Un cambio parecido al que se intentó con el Bond de George Lazenby en 007: Al servicio secreto de su majestad (película que, desde aquí, reivindico). Seguramente no fue el momento adecuado. Parece que ahora sí lo es.
Quantum of solace mantiene la mayoría de rasgos identificativos del “nuevo” Bond que vimos en Casino Royale, pero el cambio de dirección no le ha sentado nada bien. Marc Forster no parece dotado para las secuencias de acción. Desde el inicio ya se nota, una persecución de coches en la que cuesta adivinar quién es quién. Y una posterior secuencia de Bond persiguiendo a una persona, que si la comparamos con la (magistral) secuencia parecida que hay al inicio de Casino Royale es de vergüenza ajena. Después encontramos otras secuencias copiadas literalmente de la saga Bourne, como una pelea en un piso o James Bond yendo en moto. No hay que decir que en la comparación también sale perdiendo Quantum of solace.
Por otro lado sigue manteniendo algunas de las cosas positivas que tuvo su predecesora. Como la relación entre M y Bond, cada vez más parecen madre e hijo. Ver a unos personajes más humanizados: Bond sufre tanto física como psíquicamente. M compaginando su vida laboral con su vida privada, mientras se echa crema anti-arrugas la vemos hablando por teléfono desde su casa con Bond en la otra punta del mundo (algo parecido a lo mostrado por Ridley Scott en Red de mentiras). Se avanza un poco más en la trama de la conspiración de un grupo global de criminales del que no sabe nada ni el mismo servicio secreto británico. También seguimos viendo detalles que homenajean a las películas clásicas de Bond, como una chica bañada en petróleo en la misma posición que la bañada en oro de Goldfinger.
También ha habido algunas novedades con respecto a Casino Royale que me han gustado, como el diseño individualizado de cada rótulo que nos indica la ciudad en la que nos encontramos.
Otro de los aciertos de esta secuela es la de continuar usando buenos actores para el malvado de la función. Esta vez le toca a Mathieu Amalric, excelente actor como se pudo comprobar en La escafandra y la mariposa.
Olga Kurylenko también está muy bien (sólo hace ver las fotos) pero no hace olvidar a Eva Green. Interpreta a Camille, una versión femenina de un Bond en sus inicios, más inexperto. Pero ambos buscan una venganza que les hará unir sus fuerzas.
Como curiosidad comentaré que es la primera película en la que Bond no dice aquello de: Me llamo Bond, James Bond. Y en la que tampoco vemos al inicio la clásica imagen de 007 disparando a la cámara.
En definitiva, un paso atrás con respecto a Casino Royale, pero manteniendo suficientemente los rasgos característicos de este nuevo Bond para que tengamos esperanzas de que la tercera parte (no está anunciada, pero seguro que la habrá) nos deleite nuevamente.
Lluís Alba
dissabte, 22 de novembre del 2008
Quantum of solace
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4 comentaris:
Tenia ganas pero despues de leer la sinopsis, ya me muero de ganas de verla, y después comento si estoy de acuerdo.
tercera parte, Lluis ?
sera vint-i-nosequantas parte,no?
:-)
Marc
Tercera part serà la propera si contem que la saga s'ha reiniciat a Casino Royale.
Creo que se hace un faco flavor comparando a Bourne con Bond. Bond lleva muchos años siendo espía, fílmicamente hablando, para que podamos decir que las escenas de Bond, son copiadas de las peliculas de Bourne. Seguramente habrá muchas más escenas parecidas de Bourne en películas anteriores de James Bond, bajo mi modesta opinión. (Igualmente son conceptos diferentes de entender el espionaje...)
Buena reseña, un gran trabajo que haces.
Si quieres, busca la reseña que hice en el blog donde colaboro sobre Casino Royale y Quantum of Solace.
Saludos,
Madmax
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