dimarts, 21 de desembre del 2010

Balada triste de trompeta

Se ha dicho que esta es la peli más personal de Álex de la Iglesia. Será por la ausencia de un argumento ordinario, en el que el espectador controle la situación y no se sienta perdido. O que es su peli más tarantiniana. Yo me lo tomaría como un elogio, pero ese es un adjetivo automático que aparece cuando Tarantino te premia en Cannes.

Tiene elementos que podemos haber visto en el resto de su filmografía, sin ir más lejos, la época y el argumento podría emparentarla con, la que a mi parecer es su mejor película, Muertos de risa. Sin embargo, la pelea continua entre estos dos payasos se mueve en todo momento por el mundo de lo absurdo. Y nos ofrece una sucesión de secuencias que, como los protagonistas hacen con sus rostros, desfiguran siniestramente la imaginería cartoon.

La ambientación en los últimos años del franquismo, acentúa esa doble lectura con las dos Españas luchando entre sí. Y cómo la mayoría de españoles vivieron como los secundarios de esta película, sin influir en ninguno de los dos payasos ni pintar nada en el argumento.

Dos payasos de rostro desfigurado, dos caras de una misma moneda, como la dualidad entre los héroes y villanos de los cómics de superhéroes a los que de la Iglesia homenajea con esa versión tétrica del Batman de Burton. Emulando el nacimiento de El Joker o visualizando una imposible Batcueva en el interior de El valle de los caídos.

De la Iglesia parece sentirse a gusto con Carlos Areces, su nuevo actor fetiche, e influenciado por el humor absurdo de Muchachada Nui. Incluso, en algunos momentos, me parecía que era Joaquín Reyes el que interpretaba al otro payaso, en lugar de Antonio de la Torre. Pero puede que sea yo el que añore al payaso que interpretaba Joaquín Reyes en La hora chanante y quiera verlo donde no está.

La peli está llena de guiños y pequeños homenajes a la cultura televisiva que debió mamar de la Iglesia en los 70. Pero, el que más me llegó, fue la oportunidad que brinda la película a Fofito para enfundarse, por primera vez, la piel del payaso listo.

Lluís Alba

1 comentari:

Unknown ha dit...

teníem el cine de Valls només per a nosaltres (no cal dir la sala), i va començar la pel·li, surrealista, potser massa, i l'Areces, ja de per sí és psicodèlic, però a mesura que avança la pel·li, encara més. Quina poooor (com diria el Tomàs). El millor: la veritat sobre la mort de Carrero Blanco.