Hacer una crítica sobre Mi vecino Totoro (1988) en 2009 me parece absurdo. Sería repetir nuevamente las mismas alabanzas sobre la película: la creación de unos personajes icónicos, la extraordinaria animación, la perfecta coreografía de todos los elementos que aparecen en pantalla etc… Así que hablaré de otras cosas relacionadas con Mi vecino Totoro.
Hay que felicitar a Aurum por traer a España en formato doméstico la colección Ghibli. Además, estrenando en cines algunas de sus películas más famosas. Como es el caso de Mi vecino Totoro y, en 2010, Porco Rosso. A riesgo de que esto parezca una campaña publicitaria, también diré que las ediciones son excelentes, que ya es mucho decir ante el panorama de las editoras españolas. Acostumbrados a encontrarnos películas en malas condiciones, sin subtítulos, con imágenes deformadas o recortadas, sin audio en versión original etc… Aquí la calidad parece un sinónimo de la colección, pues está supervisada por el propio estudio Ghibli. Todo esto tiene un único problema, el elevado precio con el que partirán de salida algunas de sus ediciones. Sin ir más lejos, la edición especial de Mi vecino Totoro costará la friolera de 35 euros. Por lo que más vale ir a verla al cine y esperar a las habituales ofertas de las tiendas especializadas.
En el cine se puede ver una proyección restaurada de gran calidad, sólo empañada por la desaparición de proyeccionistas profesionales que parece haber en nuestro país. En el cine Icaria de Barcelona no estaría de más que les diesen cuatro lecciones (y unas gafas) a los aficionados que, una y otra vez, se dedican a proyectar películas desenfocadas o mal encuadradas.
Gracias a esta película, el estudio Ghibli consiguió sobrevivir. Más bien al éxito de ventas de su merchandising. Actualmente Totoro es el icono de Ghibli, un estudio que ha llegado a la popularidad de tener un museo propio en la localidad de Mitaka.
Como ocurre en la reciente Ponyo en el acantilado, la película tiene referencias sobre la vida de Miyazaki. Si en Ponyo se disculpaba a sus hijos por no haber estado presente en su infancia. En Mi vecino Totoro es la propia infancia de Miyazaki la que sale reflejada, pues su madre estuvo enferma de tuberculosis. El hospital en el que está la madre de la película, es real y famoso por su tratamiento contra dicha enfermedad.
La palabra Totoro se la inventó Miyazaki, es una variación de Tororu o Tororo, el nombre con el que se conoce a una criatura similar a los Troll occidentales. En la película, Mei intenta pronunciar Tororo pero no sabe decirlo bien, bautizando así a Totoro.
Para los que deseen estar informados sobre las películas de Ghibli que editará Aurum en los próximos meses, podéis ir mirando la web especial que han creado: http://www.studioghibli-aurum.com/. Repito, aunque lo parezca, no es publicidad, así que si Aurum se quiere estirar, que no dude en mandarme algún DVD.
Lluís Alba
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