dijous, 19 d’agost del 2010

Los mercenarios

Al entrar en la treintena, se nos empieza a activar el chip nostálgico de nuestra infancia. Por primera vez somos conscientes que la vida no tiene marcha atrás y, a partir de ahora, todo viene cuesta abajo. No queda más remedio que aferrarnos a cualquier recuerdo pasado, que siempre será mejor que un futuro desconocido e incierto. El revival de los 80 está aquí porque es un negocio en momentos de crisis, la nostalgia nos hace vulnerables. Las nuevas ediciones de películas y series de la nombrada década, y los remakes a punta pala son un ejemplo de ello.

Sylvester Stallone, referente del cine de acción de los 80, lleva desde 2006 rescatando a sus dos más lustrados personajes: Rocky Balboa y John Rambo. Dos secuelas tardías, pero con la suficiente distancia para rememorar dignamente desde un nuevo punto de vista al boxeador y al soldado más famoso de la década. Los mercenarios, sigue la estela empezada por estas dos secuelas, ampliando su homenaje a todo el cine de acción lleno de testosterona, músculo, de hombres y para hombres.

Como las películas a las que homenajea, el guión es un mero vehículo por el que van pasando las escenas de acción. Tiros, explosiones, cuchillos voladores, sangre, hostias etc… Los divertidos diálogos son pretendidamente ridículos. La dirección y el montaje es tosco y feo. No importa que una secuencia pise a la otra sin mayor sentido del ritmo, o que las escenas de acción estén montadas a base de múltiples planos cortos que requieren toda la concentración del espectador para entender que está pasando. O que haya subtramas totalmente innecesarias que sólo sirven para enfatizar la superioridad del macho ante su novia. Simplemente lo que queremos ver es a un grupo de actores de acción haciendo lo que mejor saben.

Dentro y fuera de la película, Stallone reúne a las más carismáticas estrellas del cine de acción de las últimas décadas. Dejando para los más jóvenes la mayoría de escenas de lucha cuerpo a cuerpo. Mientras que su personaje queda relegado a una posición de liderazgo que ve como ya no tiene la forma física de sus mejores tiempos.

Por si fuera poco, la película nos regala una escena, llena de diálogos con doble lectura, en la que se reúnen Stallone, Arnold Schwarzenegger y Bruce Willis. Tres de los más grandes héroes de acción de los 80, juntos por primera vez en una película. Sólo esto vale el precio de la entrada para aquellos que andamos en la treintena.

Lluís Alba

1 comentari:

Anònim ha dit...

me ha gustado mucho tu crítica como siempre. Lo que me ha sorprendido y desagradado más de esta peli, han sido los brazos de stalone, uuufff esas venassssss!!! jejejejeje
Saludoss