No sé los motivos que han llevado a Kevin Smith dirigir un guión ajeno. Pues si por algo destacan sus mejores películas es por el guión, pues su estilo visual continúa siendo el de un admirador de John Hughes que realiza telefilms.
La película pretende ser una parodia, desde la admiración, de las películas de polis colegas de los 80. Aunque para el público no norteamericano, cuesta encajar a un desconocido Tracy Morgan junto a una megaestrella como Bruce Willis. Pues la amistad que hay entre ambos personajes denota algo demasiado artificial. Tracy Morgan, cómico del Saturday night live, sobreactúa en cada una de las escenas y, Bruce Willis parece que sólo participe por algún tipo de amistad, con el piloto automático puesto de inicio a fin.
Si no se es muy exigente, es una película que puede pasar como un entretenimiento de una tarde aburrida. Aunque no es un completo desastre, cuesta destacar algún momento cómico, como puede ser la conversación en el restaurante entre Bruce Willis y Jason Lee (amigo y habitual en las películas de Kevin Smith).
No es que las últimas películas de Kevin Smith hayan sido mejores que Vaya par de polis, pero prefiero ver como uno de mis admirados directores se equivoca siendo fiel a sí mismo y no rindiéndose a su falta de ideas para tener que adquirir guiones ajenos (y mediocres).
Lluís Alba
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada