dijous, 13 d’octubre del 2011

Festival de Sitges (8) 13-10-2011


Octavo día en Sitges. El agotamiento general sumado a que hoy vuelve a ser un día laborable, consigue que las butacas del Auditori estén mayoritariamente vacías. Por un lado se agradece, pues hoy no habrá cabezas delante que me obliguen a hacer ejercicios de funambulismo en el asiento para poder leer los subtítulos. Lo peor de Sitges es la mala visualización que tienen sus salas, pues ninguna se construyó específicamente para proyectar películas. Espero que algún día se le ocurra algún ingeniero pensante colocar los rótulos en la parte superior de la pantalla.


POULET AUX PRUNES (2011) de Marjane Satrapi y Vincent Paronnaud

Segunda película Satrapi y Paronnaud, también basada en un cómic de la dibujante iraní. Esta vez no se trata de una historia autobiográfica y cambia la animación por la imagen real.

El cómic está inspirado en un cuento que la propia madre de Satrapi le contaba durante su infancia. Narra la vida de un violinista (en el cómic original tocaba un tar, un instrumento persa) durante los últimos 8 días de su vida.

Alterna mediante flashbacks y flashforwards escenas de su vida pasada y la del futuro de sus hijos. No escatima en diversas propuestas visuales, tan variadas como los distintos saltos temporales. Secuencias de animación, de cine mudo, recreación televisiva de sit-com de los 80 etc...

No se trata de una obra tan personal y profunda como Persépolis (Persepolis, 2007), pero sí es lo suficientemente variopinta para disfrutarla que sabe tocar la fibra sensible en el preciso momento.


WOMB (2010) de Benedek Fliegauf

Después de tantos días de tralla encima, a uno le cuesta más entrar en los entresijos de la mente del director y tratar de racionalizar lo que pretende explicarnos.

Womb no es una peli de demasiada exigencia intelectual, pero sí de paciencia. La premisa de una mujer que pierde a su amante en un accidente de tráfico y decide clonarlo en su vientre, para que se convierta en su hijo y, al mismo tiempo, le recuerde a su amado, en manos de algún director más atrevido pudiera haber dado a una película interesante. Pero no es el caso de Womb, donde apenas ocurre nada en toda la película y se basa más en el suspense sobre que el hijo descubra su origen (suspense que no existe para el espectador). Finalmente vemos la única secuencia atrevida de la película, de un modo artificial e incoherente.

La ciencia ficción, por definición, ha de mostrar hechos que no ocurren en la realidad, pero la actitud y situaciones deben lograr que la película sea creíble. En ningún momento me he creído nada de la película, ni he entendido la forma de actuar de los personajes.


KILL LIST (2011) de Ben Wheatley

Kill list es una de esas películas con las que disfrutas en todo el metraje... todo, excepto el final abrupto que deja todo a expensas de la imaginación del espectador. No estoy en contra de los finales abiertos, pero no me ha parecido lo más adecuado para este tipo de film.

Una obra que toca varios géneros, principalmente el suspense, crea una gran atmósfera y capta el interés del espectador por descubrir que es lo que hay detrás de la persona que encarga tres asesinatos al dúo protagonista. Frecuenta también con el terror y el gore (en un par de secuencias brutalmente aplaudidas por el público de Sitges), pero también pasa por la comedia dramática al más puro estilo de Ricky Gervais (de hecho el protagonista, parece un clon suyo): discusiones de pareja y secuencias de humor con el toque ácido propio de los británicos.


SHAOLIN (2011) de Benny Chan

Película de artes marciales que presenta la novedad de incluir entre sus figurantes a auténticos monjes Shaolin que hacen todo tipo de acrobacias.

Película de entretenimiento, aventura y acción. Cuando en 2h10' una película se te hace corta es que te lo has pasado pipa viéndola (y más si tenemos en cuenta que era mi cuarta peli seguida del día). He disfrutado como un enano, no se le puede pedir más.

Jackie Chan tiene un papel secundario, pero se le reserva una secuencia para su lucimiento en artes marciales.

Lluís Alba