Jarmusch firma una de sus obras menos accesibles. Una patada en el estómago al espectador que no quiere pensar, al que quiere que todas las películas sean A B C. Una venganza personal contra el cine-producto industrial. Para Jarmusch, el cine es arte y debe estimular la imaginación provocando sentimientos al espectador. Quien quiera todo lo contrario, que vaya a abrazar a Amenábar.
Con menos de 5 millones de presupuesto (no recuperados en EEUU), Jarmusch es capaz de reunir a una serie de actores que sólo ruedan con él por el prestigio. Oscar Jaenada, Luis Tosar, Tilda Swinton, John Hurt, Gael García Bernal, Bill Murray etc… encarnan una serie de personajes para narrar una película episódica y repetitiva en el que cada uno le cuenta al protagonista, el hombre solitario (Isaach de Bankolé), una impresión personal suya. Le hablan de cine, de arte, de bohemios, de música…
Este hombre solitario, que no habla español a pesar de tener una misión en España (curiosamente, Isaach de Bankolé, en Ghost Dog, interpretaba a un vendedor de helados en EEUU que no hablaba inglés. Como si del samurái de Ghost dog se tratara, cada día toma dos tazas de café expreso, se encuentra con un personaje nuevo, intercambia una caja de cerillas, lee un papel en código y se lo come. ¿Qué ocurre? ¿Cuál es su misión? Durante toda la película el espectador tiene que hacer uso de su imaginación (como dice uno de los personajes al principio). Quien se apunte aprovechará las dos horas de metraje, el resto que no espere a que Jarmusch le de una respuesta.
Lluís Alba
dijous, 8 d’octubre del 2009
Los límites del control
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1 comentari:
Holaaa, esperaba tu critica como cada fin de semana, creo que esta si me interesa para ir a verla, nada más que el elenco con el que cuenta merece la pena. Con respecto a lo de amenabar no seas maaalooooo, je je.
SAludosss
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