dissabte, 13 d’octubre del 2007

Halloween

Halloween es otro de los enésimos remakes que se están haciendo de películas de Carpenter. Esta vez, por suerte, ha caído en manos de un director competente, Rob Zombie. Director de La casa de los 1000 cadáveres, que era una versión libre de La matanza de Texas.

La primera sorpresa de este Halloween es que el sentido del humor que aparecía en las precedentes películas de Rob Zombie brilla por su ausencia. Amplificando la parte más dura, sangrienta y cruel de una película de estas características.
Normalmente, en el festival de Sitges, cuando aparece la primera escena de un asesinato es aplaudida y jaleada por el público de la sala. Sin embargo, esta vez todo la sala se quedó en silencio ante la brutalidad de un joven Michael Myers matando sin piedad a su primera víctima.

La película empieza obviando la famosa banda sonora de Halloween, sustituyéndola por unas guitarras eléctricas. Primera muestra de que vamos a ver algo diferente. Así, primero nos encontramos con una especie de precuela de Halloween. Lo que Carpenter resume en pocos minutos, aquí dura más de media hora (no miré el reloj, así que esta cifra es aleatoria). Y nos muestra a un Michael Myers de 10 años que empieza matando a pequeños animales. Hasta el momento en el que aparece la música original de Carpenter, y sabemos que ya va a encargarse de su primera víctima humana.
También vemos parte de su terapia en el psiquiátrico con el dr. Loomis, esta vez encarnado por Malcolm McDowell. En este primer segmento, también explora en la obsesión por las máscaras de Michael Myers. Y podemos ver algunas máscaras originales para esta película. Cómo una de color naranja, parecida a la calabaza de Halooween.

El resto de peli ya es más parecida a la versión de Carpenter. En el papel de Laurie, esta vez tenemos a Scout Taylor-Compton, una especie de Lindsay Lohan. En esta parte es dónde se apreciaron los primeros aplausos por una muerte. En la escena en la que Michael Myers clava en una pared a una de sus víctimas con un cuchillo y también en la que Myers se disfraza con una sábana con las gafas de su víctima por encima de esta. Estas imágenes cogidas del original de Carpenter, tienen algo más de humor y originalidad. Algo que siempre aprecia el público friki del festival.

También hay que destacar en el film a los dos actores escogidos para hacer de Michael Myers. El niño de 10 años, Daeg Faerch, con un rostro característico y mirada de psicópata. Y Tyler Mane, no por su rostro, pues no se le ve. Si no por su presencia física, de más de 2 metros, algo que ya hace intimidar por sí solo. Recordemos que fue Dientes de sable en X-Men.

En definitiva, una versión mucho más dura que la original. Y, para mi gusto, espero que Rob Zombie explore más la faceta humorística (que se le daba muy bien) de La casa de los 1000 cadáveres o Los renegados del diablo.

Lluís Alba

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